La Yeguada del Impío se encuentra entre las localidades andaluzas de Vejer de la Frontera y Barbate donde se sitúa el Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate, un paraje único de extensos prados rodeados por pinares pertenecientes a la Reserva de la Biodiversidad creada en 1978, veintisiete años antes de la aparición de la yeguada.
En 1918, Don Pedro García-Serrán, se enamoraba de unos terrenos entre el océano Atlántico y el río Barbate, entre los acantilados que hoy pertenecen al Parque y los anchos campos de trigo y aceituna. Tres años después, en 1921, Don Pedro Ignacio García-Serrán compraba el territorio creando así la ''Finca Virgen de la Oliva'', nombre en honor a la virgen de la hermosa pequeña Ermita de la zona, y la inauguración de la Yeguada del Impío, la cual según los archivos contó en sus inicios con 28 ejemplares P.R.E. de casas tan destacadas como Mª Fernanda de la Escalera o Martín Boloix. Siete fueron los sementales fundadores de nuestra propia línea: JUNCO XXVI, de capa castaña, URANIO XI, de capa castaña, EDUCADO III, de capa negra, CHULITO IV, de capa torda, ALMONTEÑO LXI, de capa torda, GALAN XXI, de capa torda, y PRESUMIDO LXXXVII, de capa torda.
No fue hasta el año 1993 que las capas diluidas llegaron a la ganadería gracias a la admiración de Don Ignacio García-Serrán, tataranieto del fundador, quien introdujo dos grandes sementales, UBRIQUE XXXI, de capa baya, y EMBRUJO XIX, de capa cremella.
Son ahora los hijos de Don Ingacio, Don Jose-Ramón García-Serrán y Doña Alicia García-Serrán, quienes dirigen y gestionan la yeguada.
Funcionalidad y belleza son las dos palabras que llevan acompañando a la historia y desarrollo de nuestra yeguada desde su creación, pues, era deseo de Don Pedro llegar a ver en concursos nacionales e internacionales, tanto morfológicos como de concretas disciplinas, caballos P.R.E de aire barroco pero ligero, con fuerza y delicadeza, sutiles, ágiles, inteigentes.
En 1918, Don Pedro García-Serrán, se enamoraba de unos terrenos entre el océano Atlántico y el río Barbate, entre los acantilados que hoy pertenecen al Parque y los anchos campos de trigo y aceituna. Tres años después, en 1921, Don Pedro Ignacio García-Serrán compraba el territorio creando así la ''Finca Virgen de la Oliva'', nombre en honor a la virgen de la hermosa pequeña Ermita de la zona, y la inauguración de la Yeguada del Impío, la cual según los archivos contó en sus inicios con 28 ejemplares P.R.E. de casas tan destacadas como Mª Fernanda de la Escalera o Martín Boloix. Siete fueron los sementales fundadores de nuestra propia línea: JUNCO XXVI, de capa castaña, URANIO XI, de capa castaña, EDUCADO III, de capa negra, CHULITO IV, de capa torda, ALMONTEÑO LXI, de capa torda, GALAN XXI, de capa torda, y PRESUMIDO LXXXVII, de capa torda.
No fue hasta el año 1993 que las capas diluidas llegaron a la ganadería gracias a la admiración de Don Ignacio García-Serrán, tataranieto del fundador, quien introdujo dos grandes sementales, UBRIQUE XXXI, de capa baya, y EMBRUJO XIX, de capa cremella.
Son ahora los hijos de Don Ingacio, Don Jose-Ramón García-Serrán y Doña Alicia García-Serrán, quienes dirigen y gestionan la yeguada.
Funcionalidad y belleza son las dos palabras que llevan acompañando a la historia y desarrollo de nuestra yeguada desde su creación, pues, era deseo de Don Pedro llegar a ver en concursos nacionales e internacionales, tanto morfológicos como de concretas disciplinas, caballos P.R.E de aire barroco pero ligero, con fuerza y delicadeza, sutiles, ágiles, inteigentes.